El 24 de mayo de 1673, el Sagrado Corazón de Jesús se apareció al sacerdote Bernardo Hoyos en el Colegio de la Compañía de Jesús en Valladolid, España. Durante esta aparición, Jesús le hizo una gran promesa, la cual se conoce como la “Gran Promesa del Sagrado Corazón”.
En esta promesa, Jesús le dijo a Bernardo Hoyos que “Reinaré en España, y con más veneración que en otras partes”. Esta promesa fue un gran consuelo para el sacerdote, quien había estado sufriendo por la falta de devoción al Sagrado Corazón en ese momento.
La promesa del Sagrado Corazón a Bernardo Hoyos es un recordatorio del amor infinito de Jesús por la humanidad y su deseo de ser amado y adorado en cada corazón. Esta promesa también refleja la importancia de la devoción al Sagrado Corazón como un medio de consuelo, protección y gracia divina para aquellos que confían en él.
El mensaje del Sagrado Corazón de Jesús a Bernardo Hoyos se ha extendido por todo el mundo, inspirando a muchas personas a abrazar esta devoción y a confiar en el amor misericordioso de Jesús. La imagen del Sagrado Corazón, con su corazón envuelto en llamas y coronado de espinas, es un poderoso recordatorio del sacrificio supremo de Jesús por la humanidad.
La Gran Promesa del Sagrado Corazón es un llamado a la conversión, a la confianza y a la entrega total a Jesús, quien nos ama con un amor incondicional y eterno. Que este mensaje de esperanza y redención nos inspire a seguir los pasos de Bernardo Hoyos y a consagrar nuestros corazones al Sagrado Corazón de Jesús, quien reinará con amor y misericordia en nuestros corazones por siempre.