El sacrilegio de Joaquim Ferré es una obra de arte que ha causado controversia desde su creación en el siglo XIX. Esta obra, pintada por el artista español Eugenio Lucas Velázquez, representa un acto de profanación de la figura religiosa de San Joaquín.

La pintura muestra a un hombre vestido con una capa roja y una corona de espinas, rodeado de figuras demoníacas que parecen estar celebrando algún tipo de ritual sacrílego. Se puede ver al fondo de la imagen a la figura de San Joaquín siendo profanada y despojada de sus atributos sagrados.

Esta obra ha generado críticas por parte de sectores conservadores de la sociedad, quienes consideran que representa una afrenta a la fe católica y a las figuras sagradas. Sin embargo, otros defienden la obra como una expresión artística que busca cuestionar el papel de la religión en la sociedad y provocar una reflexión en el espectador.

El sacrilegio de Joaquim Ferré ha sido expuesta en varias ocasiones en galerías de arte y museos, donde ha generado debate y discusión entre los espectadores. Algunos han llegado a considerarla como una obra maestra que desafía las convenciones artísticas y religiosas de su tiempo.

Independientemente de las opiniones divididas que suscite, El sacrilegio de Joaquim Ferré sigue siendo una obra relevante en la historia del arte español y una pieza clave para entender las tensiones entre la religión y la expresión artística. Su impacto perdura hasta el día de hoy, demostrando el poder que puede tener una obra de arte para provocar emociones y generar debate en la sociedad.